
García se mostró tal y como es: un hombre que ha triunfado en todo lo que se ha propuesto en la vida (música, pintura y fotografía, de momento), pero que tiene los pies sobre la tierra y se siente un ‘currito’ en un mundo como el de la música, proclive a que los propios artistas se consideren dioses. Pero, afortunadamente, Manolo García es terrenal, campechano y, sobre todo, normal. Y viniendo de alguien que lo ha sido todo con El Último de la Fila y también en su andadura en solitario, tiene mucho mérito.
El acto resultó breve pero muy entretenido. El Gran Wyoming hizo gala de su increíble sentido del humor con una desternillante introducción que arrancó las carcajadas de los presentes y del propio cantante, con el que mantiene una estrecha amistad desde hace años. Por su lado, Manolo García aseguró que recibir un doble disco de platino supone “un motivo de alegría, teniendo en cuenta la que está ‘cayendo’”, en referencia a la crisis por la que atraviesa el sector musical.
Tras este reconocimiento, el prolífico artista ultima los preparativos de la segunda parte de su gira ‘Saldremos a la lluvia’, que arrancará el próximo 8 de mayo en Valladolid y recorrerá 30 ciudades de la geografía española.